Era como la cuarta o quinta noche mas fría de mi vida, cuando de pronto, de la nada, nos atacó un oso polar.
Tenía miedo, pero mi hermana valientemente lo ataca con una lanza para protegerme. De pronto se cayeron al precipicio en una cascada, mi hermana se alejó. Fui corriendo a verla y a hablarle, le decía: -hermana, hermana ¿estás bien?; Y no contestaba... había sido el oso que la había matado. Desde entonces lo estoy buscando, para así vengar su muerte.
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